Hace unos días estuve en una sesión de terapia en la que la voz de Tania Ruzs se convertía en un masaje para sanar a todos los niveles. Me invitó mi amiga Karma. ¡Flipé! Empezamos con una meditación en la que nos enraizamos y conectamos con nosotros mismos, con el universo y la Madre Tierra. Después empezó a cantar, yo sentí que el idioma en el que cantaba era el hebreo. No me preguntéis porqué. Ni idea. Pero yo sabía que era hebreo (un día después me enteré que era el Padrenuestro en Arameo) ¡Casi! A lo mejor estuve por allí en otra vida.
Después iba cantando delante y alrededor de cada uno de los asistentes. Con mi amiga, todo sonaba a música de una tribu india. Tambores incluidos. Sentí el viento, sonidos de cuencos tibetanos…¡Qué voz! Con otros compañeros sonaba a Oriente, a África…Creo firmemente que canalizaba…
Y después me llegó el turno a mí. Su voz ascendía y ascendía de tono como si quisiera escapar por el techo. Me parecía estar en una catedral de cristal en la que la luz invade todo y no se ve el final de la cúpula porque está en el infinito del universo. Quería llorar y reír a la vez. El dolor que tenía en el corazón al entrar desapareció. Me sentí amada, fuerte y poderosa, muy conectada a todo.
Cuando terminó de cantar nos informó, de uno en uno, de lo que había canalizado, en palabras e imágenes. A mi alrededor había cartas de diferentes barajas (las diosas, animales de poder…) Otra ayudita para comprender. Entre mis pies una pieza de cuarzo blanco y ella me había puesto en el corazón y en la mano derecha como un aceite o crema , con una fragancia que me encantó y que luego me informó que era fragonia, que representa lo femenino.
Lo que me dijo que ayudó mucho. Pero me lo quedo para mí.
Han pasado unos días y sigo poniéndome sus cantos. Subió a YouTube la sesión y la escucho meditando. Pinchar aquí para ver su canal.
He aprendido muchas cosas de esta experiencia. Me gustaría compartir algunas:
Su voz es sanadora, su canto se adapta a cada persona que llega a ella, porque no la ve con los ojos de la cara sino que la conoce tras entrar en un estado de meditación, conectando con todo, de alma a alma, de corazón a corazón. ¿Y si miráramos y escucháramos así a todas las personas que llegan a nuestra vida?
Mientras me cantaba, canalizando información, sonidos y vibraciones específicas para mi sanación. Yo la veía a ella en forma de dibujo, así que la pinté. Os lo adjunto ¿Os gusta? Hace años que siento que canalizo pintando. Entro en un estado de meditación pinte donde pinte: una pared, una ilustración o un cuadro de encargo. Algunas personas me han dicho que su vida ha dado un giro tras entrar en contacto con lo pintado. Estoy segura que todos canalizamos, sólo tenemos que encontrar el medio. Todos podemos ayudarnos unos a otros con nuestros dones; cantando, pintando, escuchando, bailando, creando ropa…….No hay límites.
Su voz es sanadora y las nuestras también. Nuestras palabras y sonidos, pueden sanar o enfermar a los que nos oyen. Las palabras cuando se pronuncian (a veces incluso cuando se piensan) se transforman en sentimientos, estos en pensamientos, que tocan a través del sistema nervioso y del endocrino todas las células de nuestro cuerpo y del cuerpo de la persona con la que hablamos. Saltan a su riego sanguíneo endorfinas, serotonina o lo que corresponda y no hay quién lo pare. Por eso. CUIDADO CON LO QUE DECIMOS Y CÓMO LO DECIMOS. Nuestra voz puede sanar o enfermar a los demás y a nosotros mismos. Hablémonos con amor, con fe, con ternura.
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